La tierra y la mujer
Gabriela Mistral
A Amira de la Rosa
Mientras tiene luz el mundo
y despierto está mi niño,
por encima de su cara,
todo es un hacerse guiños.
Guiños le hace la alameda
con sus dedos amarillos,
y tras de ella vienen nubes
en piruetas de cabritos.
La cigarra, al mediodía,
con el frote le hace guiño,
y la maña de la brisa
guiña con su pañalito.
Al venir la noche hace
guiño socarrón el grillo,
y en saliendo las estrellas,
me le harán sus santos guiños…
Yo le digo a la otra madre,
a la llena de caminos:
“Haz que duerma tu pequeño
para que se duerma el mío”.
Y la muy consentidora,
la rayada de caminos,
me contesta: “Duerme el tuyo
para que se duerma el mío”.
Obra reunida Gabriela Mistral. Ediciones Biblioteca Nacional, 2020. Acceso abierto en la web de la Biblioteca (enlace).